EL TRAJE
Aquella mañana de domingo abrileña Ramón Calatayud Tarazona, más conocido como CALATA abrió su armario ropero y buscó su traje, el traje de los domingos. CALATA buscó pero no lo encontró. De repente se dio cuenta de que en la percha donde habitualmente colgaba su traje había otro completamente diferente. No había tiempo, su cita dominical estaba cercana y no podía acudir sin traje: decidió ponerse el que había en la percha. Dos horas más tarde todo eran gritos, abucheos, insultos y, venga, otra moneda que caía sobre CALATA. La afición nunca le perdonó vestir el traje blanco del equipo rival.
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